IMPARTE es un ministerio familiar formado desde el corazón de Dios para llevar su mensaje de salvación a toda lengua y nación a través de diferentes manifestaciones artísticas.

viernes, 1 de diciembre de 2017

AQUELLA LUZ VERDADERA

"Aquella luz verdadera, que alumbra a todo hombre, venía a este mundo. 

En el mundo estaba, y el mundo por él fue hecho; pero el mundo no le conoció. 

A lo suyo vino, y los suyos no le recibieron. 

Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, 

les dio potestad de ser hechos hijos de Dios; 

los cuales no son engendrados de sangre, ni de voluntad de carne, 

ni de voluntad de varón, sino de Dios. 

Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros 

(y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre), 

lleno de gracia y de verdad". 

Juan 1: 9-14 (RV1960)



"Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado, y el principado sobre su hombro; y se llamará su nombre Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz". 

Isaías 9:6 (RV1960)


lunes, 24 de julio de 2017

EL AMOR DE DIOS

"No importa cuan grave haya sido tu pecado: "Porque así ha dicho Jehová: Incurable es tu quebrantamiento, y dolorosa tu llaga. No hay quien juzgue tu causa para sanarte; no hay para ti medicamentos eficaces".
Jeremías 30:12-13

Sin embargo, este es el propósito de la cruz, de Jesús, de su sangre: que puedas volver al padre en cualquier momento; que puedas levantarte y correr nuevamente a sus brazos.

"Y levantándose, vino a su padre. Y cuando aún estaba lejos, lo vio su padre, y fue movido a misericordia, y corrió, y se echó sobre su cuello, y le besó. Y el hijo le dijo: Padre, he pecado contra el cielo y contra ti, y ya no soy digno de ser llamado tu hijo.
Pero el padre dijo a sus siervos: Sacad el mejor vestido, y vestidle; y poned un anillo en su mano, y calzado en sus pies. Y traed el becerro gordo y matadlo, y comamos y hagamos fiesta; porque este mi hijo muerto era, y ha revivido; se había perdido, y es hallado. Y comenzaron a regocijarse".
Lucas 15: 20-24

Aunque tus heridas parezcan incurables, he visto que Dios puede sanarlas.

Si no entendemos el amor de Dios por nosotros, cuán grande es, nunca vamos a poder amarlo de todo corazón.

"El Señor no retarda su promesa, según algunos la tienen por tardanza, sino que es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento".
2 Pedro 3:9


domingo, 9 de abril de 2017

A.C

"Había un rumor...
Que el mundo nació en amor.
Antes de vestirse las estrellas de fuego
Nace un hilo plateado desde la oscuridad.

Un chispazo anunció la lumbre.
Un vacío sin fin al fin se rinde.
Ya el principio, el día uno...

Al instante lo divino tocó la carne, tocó la vista. 
La raza humana brotó desde el terrón con mano y mente pronto para gobernar.
Y su alma lista para ver el rostro de Dios
Pero el vacío rugía para sujetar a su hijo.

Esa inclinación antigua y dura cerviz por el engaño y lengua torcida
Amarró el aliento dotado del hombre.
Así cayeron los hijos de Adán
a las tumbas bajas de Tártaro
a esperar la flama moribunda
Cuando todos regresen al lugar de concepción...


Pero antes que danzaran los cosmos,
antes que Dios encendiera los cielos,
Existía el amor ­con todo...
Dios de parte de Dios, el Verbo proclamado
Entretejiendo carne, alma y hueso.


El Verbo se apropió del cuerpo herido del hombre 

para extraer el veneno mortal 
y cargar la demanda inmoral del pecado.
Pero la muerte fraguaría la espada que golpearía el talón radiante del hijo del Cielo.

Esa antigua herida, infectada aún
infligió al más santo...
Pero el pecado, aún con sus orgullosas mentiras, despojado de su poder, fue pisoteado.

Pues las tinieblas no pueden vencer el fuego de la salvífica corona.
La creación, gimiendo en corrupción,
Se levantó de nuevo, viva, renacida.
El Verbo que invocó vida desde el abismo destrozó para siempre la vergüenza.


Había un rumor...
Que el mundo nació en amor
Un murmullo fidedigno
El Verbo, La Vida, El Resucitado Que rehace todo de nuevo".


Dan Stevers, AC


miércoles, 15 de marzo de 2017

NO TARDA, SÓLO ESPERA UN POCO MÁS

Vivimos los tiempos como cuando Moisés subió al monte a recibir dirección de Dios y El le dio los mandamientos. 

Al volver, Moisés se encontró a un pueblo que estaba adorando una imagen de oro. 

"Y cuando terminó de hablar con Moisés sobre el monte Sinaí, le dio las dos tablas del testimonio, tablas de piedra, escritas por el dedo de Dios. Cuando el pueblo vio que Moisés tardaba en bajar del monte, la gente se congregó alrededor de Aarón, y le dijeron: Levántate, haznos un dios que vaya delante de nosotros; en cuanto a este Moisés, el hombre que nos sacó de la tierra de Egipto, no sabemos qué le haya acontecido". Éxodo 31:18

Cuantas veces damos por tardanza el tiempo de Dios? Dios calla ante la maldad, la injusticia, la idolatría. Pero no es precisamente por hacerse de oídos sordos. 

Así como cuando Moisés subió al monte y Dios le entregó la base fundamental de las normas de conducta social, sobre las cuales se basan las leyes mortales. Así Dios aguarda hoy, que nosotros su creación, demos un giro en pos de El, nuestro creador, consumador de la fe. 

El "Yo" que vive esta sociedad, donde lo que importa es uno mismo, nos aleja cada vez más de Dios. 

Vivir buscando nuestros propios placeres, deleites, sin importar cómo lo consigo y a quien me llevo por delante, nos recuerda éste episodio del libro de Éxodo.

Cuando Moisés subió al monte a buscar la dirección de Dios, la gente lo esperaba anhelando aquello que Dios le daría o le diría. Pero después dieron por tardanza su demora y hasta por perdido y dejaron de creer y esperar.

Debemos seguir anhelando ese momento glorioso cada día, nuestro Señor lo prometió, El volverá. No seamos como el pueblo de Israel en aquel tiempo, que dieron por perdido el esfuerzo en la búsqueda de Dios. 

Cada día de nuestra vida es una oportunidad para acercarnos a quien nos dio la vida. 

Sigamos manteniendo nuestra comunión con El, en oración, en momentos íntimos de  relación con aquel que se entregó a si mismo por cada uno de nosotros para volver a recuperar la comunión con nuestro Padre. 

Somos sus hijos y nos hizo una promesa: VOLVERÁ 

"He aquí yo vengo pronto, y mi galardón conmigo, para recompensar a cada uno según sea su obra" Apocalipsis 22:12



lunes, 13 de marzo de 2017

La Puerta estrecha


«Entren por la puerta estrecha, porque ancha es la puerta y espacioso el camino que lleva a la perdición, y muchos son los que entran por ella. Pero estrecha es la puerta y angosto el camino que lleva a la vida, y pocos son los que la encuentran.»
Mateo 7:13-14



viernes, 27 de mayo de 2016

EL SECRETO DEL GOZO INVENCIBLE

Jesús reveló un secreto que protege nuestra felicidad de la amenaza del sufrimiento y de la amenaza del éxito. El secreto es éste: Grande es su recompensa en el cielo. Y la suma de esa recompensa es disfrutar de la plenitud de la gloria de Jesucristo (Juan 17:24).

Él protege nuestra felicidad del sufrimiento cuando dice:
"Bienaventurados sois cuando por mi causa os vituperen y os persigan, y digan toda clase de mal contra vosotros, mintiendo. Gozaos y alegraos, porque vuestro galardón es grande en los cielos". Mateo: 11-12 

Nuestra gran recompensa en el cielo rescata nuestro gozo de la amenaza de la persecución y el oprobio. Además, él protege nuestro gozo del éxito cuando dice:
"Pero no os regocijéis de que los espíritus se os sujetan, sino regocijaos de que vuestros nombres están escritos en los cielos". Lucas 10:20

Los discípulos fueron tentados a poner su gozo en el éxito ministerial. “¡Aún los demonios se nos sujetan en su nombre!” (Lucas 10:17). Pero eso hubiera cortado su gozo de la única ancla segura.

Así que, Jesús protege su gozo de la amenaza del éxito al prometer la gran recompensa del cielo. Regocíjense en esto: que sus nombres están escritos en el cielo. Su heredad es infinita, eterna, segura.

Nuestro gozo está seguro. Ni el sufrimiento ni el éxito pueden destruir su ancla. Grande es su recompensa en el cielo. Su nombre está escrito allí. Está seguro.

Jesús ancló la felicidad de los santos sufrientes en la recompensa del cielo. Y él ancló la felicidad de los santos exitosos en lo mismo. Y así nos liberó de la tiranía del dolor y del placer mundano.

15 Days in the Word with John Piper. John Piper
Fuente: Bible.com 
Juan 17: "Jesús ora por sus discípulos".

jueves, 26 de mayo de 2016

UNA PALABRA PARA LOS DISCÍPULOS

¡Cuánto anhelaba Jesús restaurar la comunión rota con sus apóstoles después de la resurrección! Por seguro, ésta es una señal de cuánto anhela restaurarnos cuando nos hemos alejado de él.

Todos los apóstoles le habían desamparado. En el jardín, en su hora más triste, ” Y abandonándole, huyeron todos". Marcos 14:50.

Ahora él había resucitado. ¿Qué diría a los que le habían abandonado? Tres cosas restaurativas:

  1. A María junto al sepulcro: “Ve a mis hermanos, y diles: Subo a mi Padre y a vuestro Padre, a mi Dios y a vuestro Dios.” (Juan 20:17).

    ¡Hermanos! ¡Su Padre! ¡Su Dios! Yo me voy ahora. Ustedes vendrán después. Estamos, y estaremos, juntos. Yo les perdono. Nuestro Padre les perdona. 

  2. Él encuentra a los apóstoles, se para en medio de ellos, y les dice, “Paz a vosotros.” Él les mostró sus manos y su costado – recuerdos horribles de lo que le costó cuando le desampararon. Y les dice de nuevo, “Paz a vosotros.” (Juan 20:19-21)

    ¡Paz! No, ¡Vergüenza! Yo les perdono. Yo les recibo de vuelta. Yo les encomiendo con mi misión: “Como me envió el Padre, así también yo os envío.” (Juan 20:21)

  3.  A Pedro, tres veces: “Simón, hijo de Jonás, ¿me amas más que éstos?” “Simón, hijo de Jonás, ¿me amas?” “Simón, hijo de Jonás, ¿me amas?” Y a sus tres respuestas positivas, Jesús dijo, “Apacienta mis corderos.” “Pastorea mis ovejas.” “Apacienta mis ovejas.” (Juan 21:15-17)

    No he acabado contigo, Pedro. Tú eres un pastor de mis ovejas. ¿No te acuerdas que oré por ti? Te dije lo que había de venir. Nunca te solté. Mi mandato fue una promesa: “y tú, una vez que hayas regresado, fortalece a tus hermanos”. Lucas 22:32

Jesús anhelaba reparar el daño que había sido hecho. Anhelaba perdonar, restaurar, recomisionar. Si tú le has abandonado, decepcionado, u ofendido, anímate, él no anhela menos que reparar las cosas contigo. Busca su rostro. Pídele. Recibe su gracia.

15 Days in the Word with John Piper. John Piper
Fuente: Bible.com
" [El amor] Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta". 1 Corintios 13: 7

martes, 2 de febrero de 2016

UN LOCO ENAMORADO

Un Dios tan sumamente enamorado que fue capaz de poner a su propio hijo en la balanza de su amor. Un Dios cuyo hijo se sacrifica por amor a su padre, porque el padre ama, espera y llora constantemente por aquello que creó con sus manos.

Un Dios que no le importa esperar, esperar y esperar. Un Dios lo suficientemente enamorado como para tener una relación con aquellos que le creen, a pesar de que pequen, caigan en el camino o se alejen de Él por un tiempo.

Un Dios con un hijo semejante a Él: Sacrificó su propia vida por hacer feliz a su padre. Sacrificó su vida porque entendió el amor a su creación. Sacrificó su vida porque encontró algo más importante y mucho más especial: A Dios. La perfecta llenura, gozo y paz. Aquello que nuestra alma desea, pero que buscamos en otras cosas. El Dios por el cual incluso rechazamos nuestra propia vida carnal, llena de odio, celos y envidia. Aquella cuyo corazón se inclina a lo malo, pero que sin embargo, lo anhela a Él.

Allí está Jesús: Amando, llorando...esperando pacientemente nuestro regreso con mucha paciencia y expectación.

Debemos aprender de su ejemplo: Amar sin recibir nada a cambio. Amar solo por amar. Sacrificar por amor. Y amar a aquel que nos enseñó el amor: A Jesús. Al Espíritu Santo. A Dios. Al llamado Gran Yo soy.


No me malinterpreten si hablo de que Jesús encontró a Dios. Sabemos que Él es Dios; que son una trinidad. Sin embargo, Jesús nos dejó una prueba de cómo es esa relación de amor que Dios tanto anhela con su creación; esa relación con el Espíritu Santo; ese Abba padre que sale de nuestros labios; esos detalles cotidianos y risas sin razón; esa verdadera relación de amor que sale de lo más profundo de nuestro corazón.

"Poco a poco crecerá nuestro amor. Como ese pequeño retoño que solo necesita agua, luz y atención. Algún día florecerá y simplemente estoy dispuesto a sentarme y esperar, aunque recuerda: muchas veces para que crezca la flor solo necesita una toma de decisión".

jueves, 31 de diciembre de 2015

AÑO NUEVO, ¿AÑO DE TEMOR?

Estamos en los últimos tiempos, tiempos en los que oímos que se aproximan guerras, vemos persecuciones, hambre en distintas partes del mundo… Este año nuevo que viene trae muchas cosas, entre ellas el temor a todo aquello que se está anunciando.

YHVH es mi luz y mi salvación, ¿de quién temeré? YHVH es la fortaleza de mi vida ¿de quién he de temorizarme?”                                                                      
Salmo 27: 1

¿A qué temeremos?

¿Temeremos de lo que nos puedan hacer los demás o de lo que podamos padecer?

Pero el que me oiga, habitará confiadamente, y estará tranquilo, sin temor del         mal”                                                                                                                   
Proverbio 1: 33

¿Temeremos porque no tendremos dinero?

Mirad las aves del cielo, que no siembran ni siegan, ni recogen en graneros y vuestro Padre celestial las alimenta. ¿No valéis vosotros mucho más que ellas?”                        Mateo 6: 26

¿Temeremos porque nuestros planes no se cumplen, sino que cambian?

“Porque como los cielos son más altos que la tierra, así mis caminos son más altos que vuestros caminos y mis pensamientos más que vuestros pensamientos”                                                                                          
Isaías 55: 9

¿De qué temeremos este año que viene? Si vamos a temer de algo, temamos de Dios, temamos que podamos perder nuestra salvación por dejarla de lado, temamos que Su iglesia esté sin mancha, temamos que caigamos en la religiosidad que limita a Dios y lo aparta, temamos por la vida de aquellos que sufren persecución, temamos por nuestros corazones y que en ellos esté Jesús y no afanes de la tierra.
Si tememos que sea por todo esto, dejando así de una vez toda preocupación que nos quiera poner en la cabeza el príncipe de este mundo y oigamos con fe lo que Dios nos quiere decir.


“¿No te lo estoy ordenando yo? ¡Esfuérzate pues y sé valiente! No te intimides ni desmayes, porque YHVH tu Dios está contigo dondequiera que vayas”  
Josué 1: 9



jueves, 24 de septiembre de 2015

UNA LÁMPARA. UNA DECISIÓN

En la parábola de las diez vírgenes (Mateo 25:1-13) Jesús habló que cinco de ellas eran prudentes y las restantes insensatas, puesto que unas llevaban aceite en sus lámparas y las otras no. 

En cualquier momento podía llegar el novio y debían estar preparadas. Sin embargo, ante la larga espera todas cayeron en un sueño profundo. De repente, de un momento a otro, anunciaron la llegada del novio y, a pesar de que todas estaban dormidas, es decir en la misma condición, las prudentes llevaban aceite y sus lámparas alumbraban el camino al novio, mientras que las insensatas despertaron agobiadas pidiendo aceite para poder encenderlas. 

Ante la negación de las vírgenes prudentes de compartirlo (puesto que no tendrían suficiente para ellas mismas ni para las demás) las insensatas se apresuraron a comprar aceite, pero, al salir, el novio había cerrado las puertas y ya no pudieron entrar.

¿Qué podemos ver aquí? El aceite en múltiples versículos bíblicos hace referencia a la unción, es decir, al Espíritu Santo, y ¿qué es la lámpara? ¡Nuestra vida! El Espíritu Santo es el único que nos permite ser luz y estar firmes ante Dios; aquel que está en nosotros como un sello y nos permite la entrada a esa vida eterna con Cristo en el cielo.

Ambos tipos de vírgenes tenían la misma condición: Estaban dormidas. Esto puede interpretarse como que tenían mismas características: Vivían en el mismo mundo lleno de tentaciones, pecado y maldad. Sin embargo, dependía de ellas el tener aceite o no en ese período de "reposo" hasta la boda. 

En los tiempos de Jesús, la tradición judía en las bodas era que un grupo de amigas de la novia esperaran al novio cerca del lugar en el que se llevaría a cabo la fiesta nupcial, para iluminarle el camino con lámparas cuando este llegase. La relación con el Espíritu Santo es lo que buscaron esas vírgenes prudentes; amar a Dios sobre todas las cosas; conocerlo a través de su palabra. Ese era el aceite en sus lámparas. 

El Espíritu Santo iba a ser la luz que les guiara en el camino hasta el novio. Sin embargo, las vírgenes insensatas pudieron buscar a Dios, pero no lo hicieron, solo hasta que se anunció la llegada del novio y ya era demasiado tarde.

¿Dejaremos pasar nuestra relación con Dios y estar a cuentas con Él solo al final, cuando ya no haya vuelva atrás? ¿Dejaremos que el odio, la mentira, el orgullo, las contiendas, etc gobiernen así sea una parte de nuestro corazón y nos alejen de Dios? 

¿Dejaremos perder nuestra salvación? ¿Compraremos aceite cuando realidad nos lo están regalando? 

Depende de nosotros elegir 

"Sabiendo primero esto, que en los postreros días vendrán burladores, andando según sus propias concupiscencias, y diciendo: ¿Dónde está la promesa de su advenimiento? Porque desde el día en que los padres durmieron, todas las cosas permanecen así como desde el principio de la creación. 

Éstos ignoran voluntariamente, que en el tiempo antiguo fueron hechos por la palabra de Dios los cielos, y también la tierra, que proviene del agua y por el agua subsiste, por lo cual el mundo de entonces pereció anegado en agua; pero los cielos y la tierra que existen ahora, están reservados por la misma palabra, guardados para el fuego en el día del juicio y de la perdición de los hombres impíos. 

Mas, oh amados, no ignoréis esto: que para con el Señor un día es como mil años, y mil años como un día. El Señor no retarda su promesa, según algunos la tienen por tardanza, sino que es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento". 

1 Pedro 2: 3-9 (RVR1960)